Columna: Por qué escogimos ser una empresa centrada en las utilidades sobre los premios
Hace unos meses atrás una empresa productora colombiana muy famosa por sus películas en Cannes entró en estado de liquidación. No sé realmente porque se está acabando la empresa, pero sin duda todos los festivales y todos los premios, incluyendo el más codiciado por nuestra industria colombiana, no te hace solvente económicamente.
Entonces si, nuestras películas hasta el momento no son las más recorridas por todos los festivales del mundo, pero sabemos que tenemos un flujo de caja suficiente para sobrevivir varios años. Porque los premios no son iguales a dinero. Preferimos vivir de hacer cine constantemente que hacer una sola película que queda en festivales y festivales pero no nos hace poder vivir de hacer cine.
Hemos notado en charlas y en los BAM Projects como los directores y productores están más interesados en hacer una película que gane premios y que ellos sean reconocidos. No voy a mentir que es muy satisfactorio ganar premios en festivales y ser reconocidos, pero prefiero ser reconocido por estar haciendo películas constantemente y no por una sola película. Preferimos elegir las utilidades y poder tener una empresa rentable en una industria que a menudo evita hablar de ganancias y solvencia económica.
Quiero hablar de las razones de por qué diseñamos 2/4 Producciones, nuestra empresa, ser rentable lo más pronto posible y tan consistente como nos fuera posible. En los 5 años que llevamos, hemos podido mantener nuestra misión de hacer una película al año y ser rentables.
Nadie quebró obteniendo ganancias. A diferencia de las empresas que piensan que al tener un buen año, todos los siguientes años van a ser iguales o mejores que el anterior, y por lo tanto reinvierten todo o la mayor parte del dinero. Nosotros lo que hacemos es pensar a futuro, en analizar nuestro flujo de caja a un año, a 3 años, a 5 años, y asegurar que la empresa puede subsistir bajo malos años.
Esto nos ayuda para años complicados como el que la gran mayoría de las empresas han tenido desde el inicio de la pandemia. Nosotros estábamos seguros que podíamos seguir sin hacer grandes propuestas riesgosas.
Las utilidades y tener un flujo de caja bien estable te dan tiempo y flexibilidad. El beneficio es la máxima flexibilidad porque le ofrece el máximo lujo: tiempo. Mientras sigamos siendo rentable, podemos ir en la dirección que deseamos y tomar todo el tiempo que se necesite para llegar allá.
Pero si no se puede generar suficiente utilidades a través de las operaciones de la empresa tanto en sus ingresos directos o pasivos, y tenemos que salir a pedir prestado o vender partes de la empresa para generar el efectivo que se necesita para continuar, entonces la empresa no puede tomar proyectos innovadores y dedicarnos a lo que queremos, sino que tenemos que jugar a lo sencillo.
Y si esos proyectos que no quieres hacer pero te toca para poder hacer subsistir la empresa, eso significa que alguien más es dueño de tu tiempo y de tu creatividad. Y si no eres libre, no puedes ser flexible. Nosotros valoramos la flexibilidad de experimentar por encima de casi cualquier otra cosa.
El beneficio es una verdadera integración vertical. El efectivo es una materia prima inusualmente especial porque se puede transformar en cualquier cosa. El efectivo es básicamente como una célula madre. Y cuando haces el tuyo, puedes usarlo de la forma que quieras, sin condiciones. Puedes llevártelo todo a casa. Puedes dárselo todo a tus empleados o a tus proyectos. Puedes volver a ponerlo en el negocio. Puedes experimentar en nuevos proyectos que de pronto no lleva a nada.
Pero cuando tienes que obtener materias primas de un número muy limitado de proveedores (inversionistas), el dinero viene con todo tipo de condiciones. El dinero con condiciones no es realmente tuyo, es propiedad de otra persona que te lo está alquilando en sus términos. Preferimos poseer.
Las ganancias son el escudo definitivo contra la mierda de esta industria. Cuando se es rentable, no tienes que jugar su juego constantemente, no tienes que sucumbir a las métricas de éxito que ellos imponen, tener que rezarle a la virgen por el milagrito o arrastrarse por el dinero, tener que esperar a la validación o la aceptación de otras personas. Simplemente gana más dinero del que te gastas y dirige un negocio fundamentalmente sólido y económico. Cuando las ganancias son un requisito, se vuelve mucho más difícil ser parte del Status Quo de las empresas que viven de tu trabajo.
Las utilidades te protege de tu ego. Una de las cosas más fáciles de hacer en esta industria es inflarse el ego gracias a las selecciones en festivales y premios. Es muy fácil sentirse muy grandioso. Allí comienzas a estar obsesionado con crecer y crecer… Comienzas a querer hacer proyectos más grandes de los que puedes financiar, quieres tener un crew tan grande como en esas películas que ves sus detrás de cámaras, quieres tener las mejores cámaras, los mejores lentes, las mejores luces… Complicas tanto tu negocio y tus películas atándolas al hilo de más y más dinero.
Pero cuando te propones ser una empresa rentable, te preocupas realmente por vigilar sus costos. No contratas a esa persona adicional si no puedes pagarla. No te vas por las mejores cámaras y las mejores luces, sino que te vas con las luces apropiadas para tu proyecto y para tu bolsillo.
Es por esto que siento que el FDC a veces es algo terrible para los directores y productores colombianos. No hay nada más fácil que gastar el dinero de otras personas, y eso debería preocuparnos a todos. Nos enseñan a gastarnos todo ese dinero y a veces no de una buena manera.
Todo lo que debemos es nuestro mejor esfuerzo. Cuando se es rentable y estás libre de grandes deudas, no le debes a nadie nada más que tus mejores esfuerzos. ¿Y a quién se lo debemos? A nosotros mismos y nuestros clientes: nuestros inversionistas, nuestros donantes y nuestra audiencia. La paz mental, la claridad y la calma que conlleva es inconmensurable.
Las utilidades enfocan la mente. Hay tantas cosas que podríamos hacer como empresa, pero muchas menos que realmente constituyen la esencia de por qué estamos aquí. Las ganancias nos ayudan a concentrarnos en qué hacer y qué no hacer. Nos ayuda a deshacernos de cosas más allá de nuestro alcance, nos ayuda a mantener la empresa en forma, sin que las capas de grasa acumuladas persigan miles de direcciones potenciales a la vez.
Hablar de ganancias y utilidades en el cine se han vuelto como una mala palabra. Como un tabú. Tener un negocio rentable no significa exprimir el limón hasta la última gota amarga para poder quedarte con todo. No es todo o nada. Se puede ser rentable y generoso. Rentable y justo. Rentable y amable. Estos no son extremos opuestos de algún espectro moral. Todo lo contrario.
Es MÁS FÁCIL ser generoso cuando te va bien. Es MÁS FÁCIL ser justo cuando hay suficiente. Es más fácil ser amable cuando tu empresa no está al límite de sus capacidades.