Todas las películas son de género

Una serie de artículos escritos por Marco Velez Esquivia centrados en el guion cinematográfico. Para leerlos todos, da click en el tag Guion.

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Cuando busco una nueva idea para una película, para mi próximo guion, la primera pregunta que me hago es: "¿Qué tipo de película quiero ver?".  

¿Quiero ver un thriller? ¿Una historia de amor? ¿Una saga de superhéroes apocalíptica? En otras palabras, estoy debatiendo el género. ¿En qué género sería divertido escribir ahora?

El género puede ser el factor individual más importante, desde el punto de vista de un escritor, tanto en la elaboración de la obra como en el intento de encontrar un mercado para ella. Sobre esto, recomendaría leer más The Story Grid de Shawn Coyne.

¿Por qué es el género tan importante para el escritor?  

Porque cada película (y novela y obra de teatro) pertenece a un género, y cada género tiene sus propias reglas férreas e inquebrantables. Hacer sufrir al héroe siempre funciona. Cool Hand Luke. The Grapes of Wrath. Todas las películas de James Bond. La escena de un héroe a la merced del villano juega porque es una convención de un género.

Si nuestro Western tiene dos pistoleros, tienen que dispararse en el reel final. Si nuestra historia de detectives tiene un policía y un criminal, los rivales tienen que enfrentarse en el clímax. Si nuestra historia de amor presenta a una pareja de amantes, los dos deben separarse en el medio de la historia antes de unirse al final de la historia. 

Esas no son una fórmulas. Esas son las convenciones del género. 

El escritor debe saber en qué género está trabajando y las convenciones de ese género, al igual que el ingeniero civil que está construyendo puentes debe comprender la ciencia de la integridad fundamental y los medios para mitigar el estrés en el acero. ¿Por qué? 

Porque el lector experimenta una historia (ya sea una película, una obra de teatro, una novela o una obra de no ficción) a través de su alma. Y el alma tiene una estructura universal de receptores narrativos. Jung tenía razón: Hay un inconsciente colectivo. Joseph Campbell tenía razón: Los mitos y leyendas constituyen el tejido del yo. 

El alma juzga la verdad de una historia por lo cerca que se relaciona con las plantillas narrativas que son parte de nuestra psique desde el nacimiento. El viaje del héroe. Odiseo. Gilgamesh.  

Está bien mezclar géneros (de hecho, es genial si puede lograrse), pero antes de hacerlo, los escritores debemos conocer las reglas del género, así como un neurocirujano comprende la topografía del cerebelo y la arquitectura sináptica del neocórtex.

Marco VelezGuion