Por qué las historias funcionan y por qué no
Una serie de artículos escritos por Marco Velez Esquivia centrados en el guion cinematográfico. Para leerlos todos, da click en el tag Guion.
Hace unos escritos atrás, hablé que una historia “la vive el lector a nivel del alma. Y el alma tiene una estructura universal de receptores narrativos".
Lo que quise decir fue que la plantilla del viaje del héroe se filtra dentro de todas nuestras mentes las 24 horas del día, los 7 días de la semana ya sea que seamos conscientes de ello o no y que inconscientemente establecemos todas las demás historias, cada libro que leemos, cada película que vemos, justo con un proceso paralelo donde nos preguntamos también inconscientemente, si la historia en la que estamos se siente real.
El viaje del héroe es nuestro norte. Cuando el libro o la película que estamos leyendo o viendo se siente que va con nuestro norte, decimos que "funciona". Y lo sabemos cuando funciona no en nuestras cabezas sino dentro de nosotros porque el cuento nos conmueve. Nos satisface emocionalmente. Llegamos al final sintiéndonos como si acabáramos de comer una cena perfecta.
Cuando la historia no se ajusta a la plantilla del viaje del héroe (aunque, de nuevo, es posible que estemos completamente inconscientes de esto o que nunca hayamos oído hablar del viaje del héroe), dejamos el libro o salimos del teatro insatisfechos y vagamente enfadados.
"No sé", decimos. “A la historia parecía que le faltaba algo. No me atrapó. Me aburría. Se vino abajo al final."