Columna: La máquina de sueños
Escrito por Marco Velez Esquivia
Tenemos que hablar de la mentira alrededor de la industria del cine independiente.
¿Por qué el cine independiente va a ser diferente a Hollywood? Después de una reciente conversación con el Ministerio de Cultura y la Dirección de Audiovisuales, Cine y Medios Interactivos, me di cuenta que la mentira de éxito alrededor del cine independiente ha impregnado todo. Desde los invitados al BAM hasta los asesores de la resolución de proyecto nacional, pasando por todos nosotros.
”La ley de cine no es para poder vivir de hacer cine.” - Asesora de la Dir. de Audiovisuales, Cine y Medios Interactivos.
Es toda nuestra industria que se ha vuelto en un campo de sueños. ¿Por qué sería diferente? Hollywood es una máquina de sueños, y el cine independiente y de “autor” es el mismo sueño pero peor, porque postula que puedes hacer lo mismo, pero más artísticamente y libre de las limitaciones de mentalidad empresarial de esos que hacen “entretenimiento”.
Ese sueño no solo lo alimenta el Ministerio, Proimágenes o las universidades. Se alimenta de lugares como Cannes y Sundance: ingresa tu película aquí y entra en las grandes ligas. O ven a nuestros laboratorios y aprende de tus ídolos y conviértete en ellos y tal vez lo hagas como lo hacen ellos. O ven al BAM Projects / Screenings o al Encuentro Internacional de Productores, y presenta tu película a la mesa de los responsables de la toma de decisiones porque de pronto al de Netflix le podría interesar.
No es que tenga en baja consideración a ninguna de estas personas por ofrecer estas cosas, o los miles de millones de personas que han aplicado con sus proyectos y sus maletas llenas de sueños, porque yo he ido. He ganado sus premios, he estado en sus laboratorios, y apoyo bastante lo que intentan hacer. Pero al mismo tiempo, están alimentando la máquina de mitos falsos.
Y ese es el problema. Es difícil trabajar en la fábrica de sueños y mantenerla funcionando sin perpetuar los mitos al mismo tiempo.
El mito de que puedes ingresar a Sundance o Cannes, o Berlín, (o insertar cualquier nombre aquí) y lograrlo en esta industria puede contrarrestarse compartiendo más información, del tipo que trato de hacer aquí, que actualiza periódicamente a la gente sobre lo bueno y lo malo del negocio.
Pero lo que están haciendo las universidades, el BAM, el Ministerio, y todo el medio cinematográfico en Colombia en si, se siente atroz porque está muy desconectado de lo que cualquiera, o al menos cualquiera que no sea ya rico y vivan de los sueños de otros, debería pensar en hacer. Y ellos lo saben.